La exigencia y gran parte del esfuerzo se juega a lo largo del año serán significativas para sacar el mejor beneficio de lo aprendido para afrontar la prueba.
Las materias ya han sido estudiadas y va siendo momento de repasar lo más importante, además es normal que los nervios vayan aumentando. Probablemente, las energías y la tolerancia al estudio no sean las mismas, siendo un buen momento para hacer algunos cambios que apoyen un mejor rendimiento y bienestar emocional.
Recomendaciones para los días previos a la PAES
1. Memorización activa
Tratar de evocar la información con “la mente” y con las palabras propias es una de las mejores maneras de fortalecer lo que se quiere recordar
2. Desbloquearse
Al sentirse “bloqueado” intentando resolver un problema, significa que está fijado en un punto de vista que impide avanzar. Darse tiempo en actividades más relajadas, sin darse cuenta ni hacer un esfuerzo, permitirá al cerebro repasar ese problema desde otra perspectiva y reforzar lo aprendido para, luego, retomar con una mirada “más fresca”.
3. Utiliza límites de tiempo
Enfocarse en el proceso versus el objetivo, planificar cuánto tiempo se va a estudiar cierta materia, sin que sea obligatorio terminarla.
4. Realiza la “Lista diaria”
En la mañana, escribir en una lista las actividades programadas para el día.
Destacar las 3 más importantes, deben ser realistas.
Anticipar las posibles dificultades y aprender de los obstáculos del día anterior.
5. Contactarse con la gratitud
Reconocer todo el esfuerzo que se ha realizado durante el año y el apoyo que se ha recibido de otras personas del entorno, ayuda a sacar fuerzas y motivación en la recta final.
6. Mantener un estilo de vida saludable
Cuidando el sueño, alimentación y momentos de descanso con los más cercanos.
7. El día de la prueba
Mantener una actitud positiva y evitar quedarse detenido en las preguntas difíciles, seguir avanzando para luego volver. Esto permite avanzar y “refrescar” la manera en que se resuelven las preguntas.
Durante las pruebas, hacer pausas de unos segundos (probar con ejercicios de respiración) antes de empezar a resolver un problema o pregunta difícil. Esto ayuda a atender mejor las instrucciones.
Escribir pensamientos y sentimientos justo antes de la prueba, lo que ayuda a liberar la mente y reducir la posibilidad de que los pensamientos y sentimientos negativos distraigan. Se dejan a un lado de manera consciente durante la prueba.